Cuando Iero entra en el estudio, Gerard lo saluda con una gran sonrisa y se dan la mano como si no se hubieran visto durante años. Considerando todas las vibraciones positivas que los rodean hoy, es completamente difícil entender que hace aproximadamente 16 meses atrás, My Chemical Romance estaba a un paso de desintegrarse. Dos semanas antes de que este escritor llegara a Los Ángeles, él reveló el trabajo a un miembro de la prominente banda de New York / New Jersey. "Espera", el tipo de la banda respondió sinceramente pero sorprendido. "¿Ahora están haciendo un álbum nuevo?".
La campaña turística de The Black Parade tuvo a la banda viajando por todo el mundo durante dos años y medio. La experiencia los dejó sintiendo como si a las 3 am estuvieran cenando un filete en una cena que dura toda la noche: un filete quemado alrededor de sus bordes y con un camino demasiado blando hacia el interior. Concedido, no todo en el viaje fue malo: Los 3.000 fanáticos que se reunieron en un aeropuerto de Sudamérica dieron un momento de genuina Beatlemanía a MCR. Después de la primera pierna del tour, Mikey pidió permiso para relajarse en algún aspecto de la vida doméstica con su esposa Alicia, dejando al guitarrista técnico Matt Cortez para que lo cubriera en sus deberes de bajista en la intensamente brillante producción de Linkin Park, el Projekt Revolution Tour. Durante el Projekt Revolution Gerard contrajo matrimonio con su compañera de alma (Lindsey, la bajista de Mindless Self Indulgence) y publicó su primer cómic ovacionado (titulado: The Umbrella Academy) con Dark Horse.
Otros miembros de la banda no fueron tan afortunados: Aunque Iero se casó en marzo de 2008 con su novia Jamia, tuvo que retirarse de la gira por la Costa del Pacífico, porque mientras la banda se dirigía en un avión a Japón, él comenzó a sangrar mucho por su nariz y boca. Semanas antes del viaje, al guitarrista le removieron sus muelas de juicio, pero el cirujano dañó la capa inferior de sus senos maxilares, causando una infección masiva. "¡Olía como a pavo podrido!", recuerda riéndose de la experiencia. Más tarde, fue diagnosticado con una dolencia de estómago que requirió que tomara un regimiento de esteroides y antibióticos que, en sus palabras, "me hicieron sentir gordo y horrible".
Pero si necesitas que un chico de cartel transmita su sufrimiento a su arte, que no te quepa la menor duda de que se trata de Bob Bryar. Él fue el tripulante psíquico de la primera carroza del Desfile, que comenzó en marzo, de My Chem, luego de que una quemadura en su pierna producida en la grabación de un video clip formara un absceso en su cerebro. Pero también, fue sólo el principio: A tres cuartos del camino en los conciertos de un club de New Jersey que le daría vida al DVD 'The Black Parade Is Dead!', el tendón de su dedo anular se rompió y se enrolló en su codo. "Es como si una cuerda explotara", dice enrollando la manga derecha de su buzo de Dark Funeral para mostrarnos el corte en donde su nuevo tendón fue instalado. Pete Parade de The Offspring fue elegido para cubrir a la banda en sus compromisos europeos, pero cuando Bryar se sintió lo suficientemente seguro para reincorporarse a la banda, el destino le jugó en contra.
"Fui de Chicago O'Hare a Los Ángeles para volar con los chicos a Australia", recuerda. "Levanté una lata de soda en el aeropuerto y al hacerlo, sufrí una sacudida tan fuerte en mi brazo que dejé caer la lata. En ese momento, me dije: 'No puedo hacer esto'".
Inesperadamente, la banda reclutó al sonidista Tucker Rule de Thrusday para sus fanáticos de Down Under. Tarde o temprano, Bryar se reincorporó a la banda para la gira del Projekt Revolution por los Estados Unidos, sosteniendo sus baquetas entre sus dos primeros dedos, sólo para afrontar más tarde las frías posibilidades de tener que someterse a una cirugía. "Justo antes de que te volteen el tendón, te dicen que hay una posibilidad de que tengas que aprender a hacerlo todo de nuevo y aprender a hacerlo bien, o de que nunca vuelvas a tocar. Pero, de todos modos, no podía tocar así que decidí arriesgarme".
El magnífico golpe de ironía de The Black Parade consiste en que la construcción novelesca que la banda creó se manifestó en la realidad. Cuando la banda aterrizó en el Reino Unido, la prensa sensacionalista británica 'The Daily Mail', catalogó a MCR como "un culto a la muerte", dejando a la trama del álbum como evidencia. En Australia, Gerard estaba visiblemente conmovido al enterarse de que muchos de los fanáticos de la banda fueron el blanco de la violencia por brabucones, una situación similar a la que sufrió México un año atrás, en una "limpieza del emo" por parte de subculturas del rock.
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